Desde hace dos semanas que instalo su stand para recolectar
firmas en el Paseo Ahumada con Huérfanos, el precandidato presidencial Franco Parisi confiesa que ha desarrollado una
curiosa preocupación.
Y no se trata de que lleve solo 5 mil de las 40 mil firmas
para hacer oficial su candidatura. Lo que se transforma en un rollo para él es
no entender bien el lenguaje corporal de la gente mientras se desenvuelve en
medio de una multitud.
Aunque solo visitar el lugar a la hora de almuerzo, para
responder dudas de los transeúntes, cuenta que el contacto es toda una
experiencia.
“La otra vez llego un tipo grande, rudo, con una botella de
vidrio que me empezó a hacer muchas pregunta, así que estaba medio asustado,
pero finalmente me dio la firma” cuenta el candidato independiente.
“Uno se pasa rollos, igual. Un cabro me dijo en una charla
la otra vez que yo era como Kennedy, y yo le dije pucha pero ojala no me maten jajá”,
cuenta.
Muchas de las firmas que obtiene son de mujeres. Y se
recuerda que a veces se le acercan señoras medio enojadas que le preguntan
sobre la tuición compartida de los padres separados.
“Yo soy nuevo en esto y de repente me preocupo por mi
seguridad. Hasta ahora, nunca he recibido un empujón o una ofensa, pero uno
nunca sabe”, remata.